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El deseo de algunos diputados británicos de cargar todo lo que pueden al erario público alcanza a veces límites ridículos, según se desprende de los últimos datos publicados por la inquisitiva prensa del Reino Unido.

Por primera vez se han hecho públicas todas las facturas de más de 25 libras (27 euros) presentadas por los legisladores para su devolución con dinero público y no tienen realmente desperdicio.

Así, el diputado laborista Jim Devine, presentó, entre otras cosas, una factura de 47 libras por una reparación de calzado además de otras por gastos de agua y servicios de limpieza.

El conservador Sir Peter Viggers reclamó el equivalente de cerca de 700 euros por unas persianas hechas a medida, además de 28 euros por unas pilas y cerca de 600 por trabajos de jardinería.

El ex secretario de Estado para el Medio Ambiente Elliott Morley reclamó, entre otras cosas, la devolución de 2.99 libras (poco más de 3 euros) que se había gastado en un sacacorchos.

La ex ministra del Interior Jacqui Smith pidió que se le devolvieran cerca de 1.600 euros que se había gastado en un nueva cama doble, un televisor y un reproductor de DVD.

Por cierto que esa política laborista tuvo que disculparse en su día en el Parlamento porque su marido había presentado una factura por 5 libras (poco más en euros) por el visionado de dos películas pornográficas en su propio domicilio y en ausencia de su esposa.

El conservador Andrew Mackay reclamó a su vez cerca de 100 euros por el cambio de una luz del baño y más de 6.600 euros por la redecoración de su segunda residencia. Y la lista es mucho más larga y afecta a legisladores de todos los partidos. EFE